domingo, 11 de noviembre de 2007

Ni siempre, ni nunca, ni todo, ni nada


Normalmente se me da bien hablar en público, normalmente me gusta hablar en público, casi nunca me traicionan los nervios, casi nunca me engaña la relajación...

Eso he tenido que recordar y vengo diciéndome desde el jueves pasado. Y es que no hay nada peor que interiorizar que uno es bueno o malo en algo de manera fija o definitiva.

Normalmente o casi siempre mi inteligencia espacial me deja en evidencia, casi nada de lo relacionado con cocinar me gusta, casi todo lo relacionado con la naturaleza me es lejano...

Son cosas que ya sabía, pero que la vida tiende a recordar de vez en cuando para poner un poquito de realismo, de humildad y de optimismo. No, no es recordar en que soy bueno o en qué soy malo. No es eso. Se trata de recordar que no soy siempre así, sino normalmente soy así. Eso me permite fallar cuando no me lo espero y acertar cuando ya lo creía perdido. La cuestión es que esta vez me ha tocado recordar que puedo fallar cuando creía que no.

El hecho en sí, nada del otro mundo: una entrevista de trabajo mal hecha. Antes de ir algunos me decían que no iba a tener problemas y yo pensaba, por supuesto, eso es lo mío: hablar y venderme bien. Pues por esta vez ninguna de las dos.

Conclusión: si alguna vez no sonrío o no saludo con ánimos, no te preocupes, porque normalmente soy así, pero no siempre. No sabes cuánto alivio da permitirse no ser estático, fijo, constante, aunque normalmente lo sea.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"...Si es cuestion de confesar
No se preparar cafe
Y no entiendo de futbol
Creo que alguna vez fui infiel
Juego mal hasta el parques
Y jamas uso reloj(...)
Si es cuestion de confesar
Nunca duermo antes de diez
Ni me baño los domingos
La verdad es que tambien
Lloro una vez al mes
Sobre todo cuando hay frio
Conmigo nada es facil
Ya debes saber
Me conoces bien..."

¿Y qué?

(Anda si sale Jalisco en la Fotooooooo!!!!!)

Utopía dijo...

Como dice sabiamente Galeano:
"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos."

A veces es bueno parar y repostar un poco de humildad...que nos toquen para notar que somos de carne (en tu caso pellejito) y huesos...

Sigue caminando, pero hazlo con mirada sabía, distinguiendo lo esencial de lo efímero.

Relente Lunar dijo...

Pues como dice Kutxi Romero, quizá sea mejor tener "el corazón de mimbre que se dobla antes que partirse."
Bien seguro que el tuyo es de buen esparto y con ello las tortas de la vida se convierten en las brisas de la vida.
En mi opinión lo somos todo y nada a la vez, y esto nos hace grandes (y pequeños), todo depende de tu ahora en el ahora mismo.
Apropósito, me uno al confesionario:
Yo tampoco sé como se prepara un café,
ni se cuando hay que poner “Porqué o por qué”,
ni se hacer una división ni multiplicar si quiera cifras largas,
y de cantar ni hablemos que se mosquean los dioses.
No me sé ni un chiste,
el último que aprendí tenía 2 palabras,
hablar en público es casi un linchamiento para mí,
y no se pq los mosquitos no me pican... (y eso que me lavo con frecuencia, excepto los domingos claro.)



Ayer hoy era mañana....

Anónimo dijo...

Vamos a ver, si alguna vez te veo y no me sonríes...

¿Cómo somos o podemos ser?Pues la verdad es que no tengo ni idea. ¿En qué fallamos o nos gustaría no fallar? Pues sinceramente, también me cuesta adivinarlo. Además, ¿quién dice que has fallado? Te puedo asegurar que acertaste.

Lo único que no me parece bien es que ya tenía reservada mesa con Schwarzenegger, a ver que coño le digo ahora.