
Leer porque enriquece, porque culturiza, porque se mejora la comprensión, porque se mejora la expresión escrita, porque mejora nuestras capacidades para la abstracción, porque desarrolla la imaginación, porque se aprenden muchas cosas.
Hace poco leí un libro, que al principio me encandiló, luego me defraudó un poco y al final terminó por gustarme. Me lo dejó mi amiga Iraya y, la verdad, se lo tengo que agradecer. Buen libro: La magia de leer.
Después de dar muchas razones para leer, los autores se limitaron a decir que es bueno leer porque es divertido, lo demás sobra. Si leer no fuera divertido no leeríamos y punto, o no se leería tanto. Leer por todo lo que se dice arriba está bien, pero no es suficiente. Si leer es un esfuerzo, desaparece su encanto. A quién no le ha pasado estar buscando huecos libres para poder coger el libro y desconectar de la realidad, perderse en el universo mágico de las páginas.
Cierto es que a veces hay que hacer esfuerzos para coger el libro, que a veces no motiva. Está claro que leer implica un esfuerzo en comparación con la tele o con Internet, pero cuando uno ha cogido el ritmo, el esfuerzo es dejar el libro porque uno ha quedado o porque tiene que salir.
Y cuando un libro se convierte en divertido, se convierte, inseparablemente, en enriquecedor, en maestr@, en un potente vehículo de aprendizaje.
Hace poco leí un libro, que al principio me encandiló, luego me defraudó un poco y al final terminó por gustarme. Me lo dejó mi amiga Iraya y, la verdad, se lo tengo que agradecer. Buen libro: La magia de leer.
Después de dar muchas razones para leer, los autores se limitaron a decir que es bueno leer porque es divertido, lo demás sobra. Si leer no fuera divertido no leeríamos y punto, o no se leería tanto. Leer por todo lo que se dice arriba está bien, pero no es suficiente. Si leer es un esfuerzo, desaparece su encanto. A quién no le ha pasado estar buscando huecos libres para poder coger el libro y desconectar de la realidad, perderse en el universo mágico de las páginas.
Cierto es que a veces hay que hacer esfuerzos para coger el libro, que a veces no motiva. Está claro que leer implica un esfuerzo en comparación con la tele o con Internet, pero cuando uno ha cogido el ritmo, el esfuerzo es dejar el libro porque uno ha quedado o porque tiene que salir.
Y cuando un libro se convierte en divertido, se convierte, inseparablemente, en enriquecedor, en maestr@, en un potente vehículo de aprendizaje.
Cuando trabajaba como Educador Social, cada vez que iniciaba un nuevo taller y/o curso, lo hacía diciendo que eran imprescindible dos cosas: divertirnos y aprender. Las mujeres (que eran las que participaban de los proyectos) lo veían como cosas opuestas y suponían: aprenderemos en las clases y nos divertiremos en los descansos. Esa no era mi intención, aunque a veces fuera así. Lo suyo era divertirse y aprender de forma inseparable. Les decía que tenían que venir con ganas de divertirse. Ése era un requisito básico para poder participar del proyecto. “La que no esté dispuesta a divertirse que se quede en casa”. Pero claro, decir esto a mujeres con un montón de tareas al día, era como decirles que venían a hacer jueguitos, en lugar de estar cumpliendo con sus responsabilidades o de salir a buscar trabajo. La otra parte era que allí íbamos a aprender mucho, pero no sólo ellas sino también yo. Aprenderíamos cómo relacionarnos, como afrontar nuestros problemas del día a día, cómo conocerse a uno mismo, cómo re-descubrir quién eres, cómo buscar trabajo, cómo mantenerlo,… Pero es imposible aprender si uno se aburre.
Aunque nos lo venden como cosas opuestas, no lo es, diversión y aprendizaje son dos caras de una misma moneda que es indivisible. Hablo de aprendizaje, no de memorizar. Todos hemos memorizado muchas veces para un examen y olvidarlo al día siguiente. Aprender es otra cosa.
2 comentarios:
Que tal corazones,
Como siempre!!!...Me sigue deslumbrando tu inteligencia, tu me diras "son conocimientos muy basicos" (Empanadas Argentinas, Villa de Gracia).
Bien, mi vida ha sido un caos en los ultimos dias, guerra, lectura, fuego, y para completar midterms, asi q no he podido dedicar tiempo al blog, pero la ultima publicacion me llego al corazon, solo fue de rapidin pues el tiempo es limite... ya habra oportunidad de analizar en unos dias. Un fuerte abrazo para los olvidados, con afecto, mexifor
Doy un voto por la lectura! :)
Qué importante es leer... un día has de hablar de la hija mayor de la lectura, dígase escritura, dependiente de su mamá hasta que se emancipa y no por ello la olvida jamás. Apropósito, estoy convencido de que las mujeres de tu taller se divirtieron contigo jejeje.
salu2 desde el extrarradio cibernetico!!
Fdo:(Tu miembro, no ese no!, el otro)
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