jueves, 20 de diciembre de 2007

Como en casa


Hacer la maleta, deshacerla; salir de un sitio, entrar en otro; despedirte de seres queridos, encontrarte con otros... Eso tiene vivir fuera, pero ¿fuera de dónde? Ya no sabes de dónde eres. Lo importante es seguir contando con gente allí a donde vas.

Hoy me he visto con mi amiga Elena, que lleva pocos días en Tenerife y está viviendo cambios. Me decía esta tarde, que era raro, porque estando conmigo se sentía como en casa. Eso me ha hecho reflexionar y he entendido que Elena tiene razón. Que lo importante no es el lugar, sino las personas que en él están.

Hoy echo de menos muchas cosas, momentos, vivencias y personas de otros lugares, pero hoy, esta tarde, yo también me he sentido como en casa. Y eso me pasa aquí (en Tenerife), en Las Palmas y en Barcelona.

Es extraño, es sentirse siempre en casa, pero también sentirse siempre fuera. Siempre echando de menos, pero siempre deseando estar donde estás en ese momento. Puediera parecer negativo, pero no lo es. Es sólo cuestión de saber entender que puedes ir a cualquiera de esos sitios y sentirte como en casa. Es ensanchar las cuatro paredes en las que habitas normalmente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

un texto...lindo lindo lindo

Utopía dijo...

Llevo mucho tiempo reflexionando sobre este mismo tema...
Si es verdad que el hogar es el sentimiento que surge cuando estás con las personas que quieres...
Ahora bien, qué ocurre cuando no estás del todo en un lugar?
En muchas ocasiones tengo la sensación de vivir la vida de los demás como una retransmisión de un partido ya jugado, de algo que siempre ya ha ocurrido... las buenas y malas noticias, los días grises y los más soleados, las ilusiones y los desconsuelos... en fin, el día a día se nos va escapando.

Anónimo dijo...

Yo también como en casa, la comida la preparo yo.