domingo, 6 de enero de 2008

¿Playa en bolas o montaña a solas?


Me ha costado comenzar el año en el blog, pero ya estoy aquí. Y el tema de hoy es una cuenta pendiente, algo que prometí que contaría y una foto que prometí que colgaría. ¿Lo que he de contar? Un fantástico día que nos sorprendió a todos. ¿La foto que he de colgar? Un desnudo propio. Aunque parezca que no, están muy relacionados.

Salimos un día 3 de enero del presente año de Las Palmas con nuestros anoraks y abrigos para ir a la cumbre de la isla. El coche lo ponía Bea, y por primera vez desde que salgo de excursión con ella no le pedí que me llevara la comida, aunque ella me preguntó, jaja. Bea eres un sol. Los demás teníamos que conducir, pero ahora que recuerdo Elena jamás se puso al volante ese día. Pedro tomó las riendas y cuando subíamos a la cumbre por Ayagaures surgieron de manera seria las dudas de si cambiar de ruta e ir a la playa. Entonces paramos y sacamos la foto de arriba para la cual pensamos muchos títulos, pero el que más gustó fue el de: ¿playa en bolas o montaña a solas?

La cuestión es que no llevábamos ni bañador, ni toalla. Tras la segunda parada, unas fotos y un video del batu de ayagaures dimos media vuelta y pa' la playaaaaaaaa.

Compra de pan y charcutidos en el mismo lugar en el que hace ya cinco años Bea dijo eso de: "dos no, tres hijo de puta". Bocatas improvisados y bañadores comprados llegamos a una cala perdida, Las Carpinteras.

Allí, con un protector que llevaba en el coche de Bea toa una vida, unos anoraks haciendo de toallas y la felicidad de sabernos perdidos del mundo pasamos un día inolvidable.

Allí disfruté con un bocata, tres amigos, una playa de piedras y un bañador al natural. Buena decisión, habrá que repetir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues sí que fue genial ese día, me costó decidirme a ir pero, como siempre, me pudo más un día con los amigos que una tarde de estudio (aunque al final aprobé y todoooo, así que me alegro más todavía de haber cambiado de planes ese día)
¡Ah Fran!, y Elena sí que condujo, desde la playa hasta el Faro parair a tomarnos aquel súper helado y aquellas papas con todo que nos supieron, vaya que si supieron...
Bueno Jose, se despide la Yure, no sin antes agradecer enormemente a ti, a Elena y a Pedro, ese día tan maravilloso que me sacó de mi mundillo para hacer pequeñas locuras y disfrutar de la vida en compañía de la gente que le da sentido.Un beso para los tres.